Nuestros enemigos han sido obligados a revelarnos ciertas verdades importantes; nosotros no las ignorábamos, pero el despotismo del gobierno bajo el cual hemos vivido oprimidos, intentó ocultarlas cuidadosamente . La soberanía reside en el pueblo;  somos libres para reformar nuestras instituciones políticas de la manera que nos sea conveniente y que nadie tiene derecho de subyugar a otro…

Este pueblo oprimido, semejante al pueblo de Israel que trabajó para el Faraón, cansado de sufrir, elevó sus manos al cielo, hizo oir sus clamores ante el trono del Eterno y, compadecido éste de sus desgracias, abrió su boca y decretó que el Anáhuac fuese libre. En el pueblo de Dolores se hizo oír esta voz tan fuerte como un trueno…

Espíritu de Las Cruces, de Aculco, Guanajuato y Calderón, Zitácuaro y Cuautla, unidos con los de Hidalgo y Allende. ¡Ustedes son testigos de nuestro llanto! Ustedes que presiden ésta asamblea, acepten el más solemne voto que les hacemos este día, de morir o salvar la Patria.

¡Morir o salvar la Patria!

Pero, no hagamos ni intentemos nada si antes no juramos, en éste lugar respetar el derecho del pueblo, olvidar nuestros mutuos malentendidos y trabajar incesantemente para cumplir éstos objetivos.

Espíritus de Moctezuma, Cacama, Quautimotzin, Xicotencal y Calzontzin, orgullosos estén de ésta asamblea y celebren peste momento en el que sus hijos se han reunido para vengar sus insultos y librarse de la tiranía y el  fanatismo

El 12 de agosto de 1521 se apretaron las cadenas de la esclavitud en México-Tenochtitlan; Ahora se rompen para siempre en el venturoso pueblo de Chilpancingo.

Vamos a restablecer el Imperio Mexicano, vamos a ser el espectáculo de las naciones cultas que nos observan; vamos, al fin, a ser libres e independientes.

Traducido por Eduardo Altamirano “Speeches in World History (2009), Spirits of Moctezuma… Take Pride” p.226